6- octubre-2021.

Y he aquí que nos encontramos ante la visita y recepción de un representante del partido socialista comunista Chino, y con un recibimiento entre grandes pompas y adulaciones.

No es ésta, nuestra protesta contra un pueblo, ni contra una nación, ni sus pobladores.Sino contra un régimen detrás del cual se esconden oscuros intereses y oscuras intenciones.

A nadie con dos dedos de frente se le oculta que esta situación sanitaria, no ha sido fruto de la casualidad y que no ha surgido por arte del azar. Ni tampoco que en ella se dan cita varios cómplices  que buscan enriquecerse y sacar provecho político y económico de ella.

Son muchos los que están sacando tajada, del sufrimiento de la gente sencilla, de los negocios cerrados, de las economías arruinadas, de los confinamientos ilegales, de legislaciones abusivas, de las vacunas obligatorias.

Son varios los cómplices, los que están haciendo leña del árbol caído, son varios los cómplices los que pescan en río revuelto y que sacan provecho de la desgracia ajena.

Pero si podemos identificar a uno con total nitidez ese es, el Régimen Socialista Comunista Chino. Porque dicho régimen ha sido sin lugar a dudas, y como todo el mundo sabe, un actor necesario en esta terrible tragedia.

Todos coinciden en que el problema surge en un laboratorio de Wuhan China.

¡Corren malos tiempos para la libertad!